Your name

Es un nuevo día en la ciudad, la madrugada me invita a descansar y sonreírle a la vida. ¿Motivo? Oficialmente estoy en último semestre de la carrera y mi proyecto de tesis fue aprobado. Motivos sobran para sonreír, sin embargo me abrazo en un infinito círculo de preguntas sin respuestas. ¿Qué sucedió? Nada, solo que mi energía está baja. 

Todos saben que creo en el poder de la energía, en la magia de uno mismo para conseguir sus más locos anhelos y hacer realidad los sueños, sueños que te acompañan desde niño y que, por más adversidades se presenten a tu alrededor, vas a luchar para hacerlas realidad. Hoy fue un día de esos.

Dentro de tanta felicidad también encontré soledad. Mi núcleo familiar, no es tan sano, ¿sabes? Y esta pandemia hizo retroceder mi anhelo mayor en este año: la independencia. Había encontrado un lugar tan bonito para mí, un dormitorio con vista a un bello jardín verde donde un árbol echaba raíces y flores multicolores adornaban el paisaje. La zona era lo de menos, pero sí, era alejado de todo dolor y recuerdos, estaba más cerca de mi familia, amigos, estudios, trabajo; sin embargo, la vida me dijo: espera más. 

Dicen que el tiempo es sabio, claro, pero ¿qué hacer cuando todos los planes que tenías para ti se ven truncados? Pues, reinventarte es la clave. 

Perdí el trabajo, me quedé en la quiebra y sobrevivo con los pocos ahorros que me quedan, debo buscar nuevas formas de hacer un capital y avanzar, solo así podré sacarle la vuelta a esta situación y avanzar para seguir trazando mayores metas en mi vida. No me considero ambiciosa, pero sí soñadora, una soñadora empedernida y de aquellas que lucha y lucha hasta conseguirlo.

Es invierno, invierno crudo y frío donde solo necesito del abrazo tibio de mi otra mitad a.k.a soulmate, sin embargo, no está aquí, es más, no lo tengo. ¿Se acuerdan de lo que escribí hace unos meses? Bueno, digamos que todo fueron más palabras que hechos y aquí me encuentro, sola. Amándome a mi misma con el pasar de los días y hostigándome con tanta dulzura acumulada en mi interior. 

De lo externo, hablemos también. He cambiado 3 veces mi cabello en el último año y ahora pienso hacerlo por cuarta vez, tal vez en este nuevo cambio me anime a buscar a ese acompañante que tanto espero. No lo sé, todos saben en el fondo que estoy postulando a ser la tía millonaria de la familia con 5 mil gatos, y la idea no es tan mala, eh. 

Pero es verdad, somos humanos, humanos de carne y hueso, animales, animales que van en manada y buscan compañía, me hubiera encantado compartir con mi soulmate este logro... De verdad. No sé porqué, pero extraño el calor humano, los abrazos, los besos, las caricias, el abrigo, las risas, que me hagan el amor, todo. 

Muchos me dicen que lo tengo todo para conseguir a alguien, y lo sé, tengo a una larga lista de pretendientes que valgan verdades, me aburren. Soy exigente, cuando me fijo en alguien debe complementar intelectualmente conmigo y ser autónomo, seguir con nuestras vidas pero que al finalizar el día, encontrarnos para contarnos lo que sucedió, no estar solos, abrazarnos al dormir y soñar. 

Tener un gato, un perro, un árbol, un jardín, un hogar, con vista al mar o en lo más alto del mundo, montarnos en una bicicleta y pasear, hacer picnics al atardecer, viajar, experimentar con la comida, la bebida, lo dulce, lo salado, conocer otras culturas, construir una historia juntos, nuestra historia y dejar huella. 

Creo que soy demasiado inocente para tener una pareja en este mundo lleno de engaños.

Pero, aquí estoy... cumpliendo mis sueños, regresando a mi travesía en este mundo y dándole amor a todos a mi alrededor. Es julio, hace frío, es invierno; detesto el frío, el invierno. Solo espero que el verano próximo sea uno mejor, amo el verano, de verdad lo amo y lo amo, aún. El sol calienta mi corazón helado, lo transforma, me transforma y me devuelve a la vida.

Iré a dormir, es de madrugada y quiero volver a soñar contigo para preguntarte quién eres y me digas tu nombre.

- Ali 








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