One in a million

Hay canciones que te recuerdan épocas gratas, ingratas, momentos buenos, malo, alguna que otra brisa de alegría o un huracán de lamentos. En el recuento de los años compartidos casi había olvidado una melodía que a mis 19 años, quien fuera mi enamorado en esa época, me dedicó de una forma inusual. La sala de su casa, después de almuerzo, la laptop a todo volumen, yo sentada en el sofá observando cómo por primera - y única vez - me hacía una performance de baile. Yo gritando de la emoción, riéndome y con los ojos iluminados, él, de poco más de 20 años de edad y 2 compartiéndolos conmigo, bailaba para mi como el intérprete de la canción "One in a million", idéntico al videoclip, su chaqueta negra, camisa blanca, sombrero negro, lentes negros. ¡Qué bello recuerdo! Han pasado casi 10 años de ese suceso y hoy, noviembre 20, sonrío al percatarme de la inocencia de aquellas épocas, esos detalles que endulzaban la vida, lejos del dinero o superficialidades, detalles tan pequeños pero cargados de tanta energía, energía que da poder y resumen un "te amo" o "te quiero" en un solo acto.

¿Qué sucedió después de ese performance? Pues nada fuera de lo común, un beso largo y suave, seguido de un almuerzo preparado por él, una tarde como cualquiera de noviembre 2010, mirando el atardecer desde la ventana de su sala, un horizonte decorado de dorado y rosa, algunas promesas dichas, promesas que no valieron nada después pero que años después me hace recordar que el amor más bonito está en esos toques, en esos chispazos de energía.

"You are one in a million babe, nunca lo olvides y sonríe siempre, que esos brackets brillen siempre y esos ojitos detrás de estos lentes demuestren la luz de la cual me enamoré...".

Mucho feeling, eh Aldine. ¿No lo crees?

- Ali

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