Scrach!

Luces bamboleando en la oscuridad
el ruido de la ciudad se enmudece
todos duermen
sin embargo, ahí seguimos los dos
sumergidos en un mar de letras,
el hilo conductor que nos separa está definido por la tecnología
y la vida misma.

Releo tus escritos
extrañando cada reacción tuya
me pregunto porqué el mundo es tan cretino
porqué me arranca las ilusiones
me llena de vacíos
que debo llenar de cero,
el mar de tu ausencia es tan profundo como mi admiración a tu ser.

Está claro que nunca estaré contigo
fácil en esta vida
solo estábamos destinados a conocernos
y dejarlo todo ahí
tú con tus demonios
yo con los míos,
tú volteando la mirada a otras personas
sin darte cuenta que yo estaba ahí
con el corazón en la mano,
tímida y tonta,
sumisa y con pánico
con escasas esperanzas
al fin y al cabo mi carácter es tan ácido y explosivo que sé camuflar mis emociones a través de reacciones adversas.

Hoy que no estás
sumerjo mis labios en el alcohol
un brindis por el pasado
por las letras que quedarán
por los buenos momentos
por la música heredada
por los libros recorridos
por tu mirada perdida entre dos cejas perfectamente pobladas
por tus manos imperfectas y suaves
por tu sonrisa de niño
por tu aroma relajante
por todo.

¡Salud!
Que te vaya bien
y recuerda que esta chica
sensible y tímida al fin y al cabo
te admirará siempre en silencio
así mi cariño nunca sea correspondido,
me quedo con las largas conversaciones
cómo esa noche hasta ver el amanecer
dejando quietos a los niños
mientras trabajabas de niñero.

¡Salud!
Mil veces salud...

Hasta siempre.

- Ali