Queen

Aún recuerdo la primera Navidad sin ti, sin tus hilarantes comentarios o sarcasmos familiares, sin tus palabras de aliento y emoción infantil al llegar la nochebuena. Recuerdo que la última vez fuiste el primero a quien abracé, nadie presumía que meses después partirías sin retorno en una danza a la eternidad.

Recuerdo haberte regalado el casete que habías perdido alguna vez en la mudanza a la casa donde pasé mi infancia; 'Live Magic' de Queen, tu banda favorita. Recuerdo que ese mismo 24 - en la tarde - le grité su vida entera al proveedor de LP's porque no llegó el pedido del 'Made in Japan' de Deep Purple. ¡55 dólares señor! ¿¡Hice el pedido desde noviembre para que a pocas horas de nochebuena no se lo llegue a entregar a mi padre!? ¿Sabía que es el regalo perfecto? ¿¡Ah!?. Sí, una Ali sacó todo el carácter en ese breve instante ante los ojos atónitos de un señor pelucón, barbón y cuarentón coleccionista de música retro, su solución a todo el ajetreo fue: "Le devuelvo los 55 dólares señorita, despreocúpese, pero a cambio le entrego un casete... es el último que me queda y es de colección. ¿Lo conoce?". Sin dudarlo acepté la ganga con gran emoción y guardé en mi bolso dicho casete negro con detalles rojos, blancos y un Freddy Mercury con su famosa casaca amarilla, esa noche una sonrisa se dibujó en el rostro de mi padre, unas pequeñas lágrimas cayeron por sus mejillas y le prometí que para su próximo cumpleaños tendría entre sus manos el LP de Deep Purple que tanto añoraba desde 1992, ese suceso nunca pasó, solo me queda el recuerdo de una de las más valiosas intenciones que hice en mi vida y que contaré como anécdota personal.

Solo faltan 4 días, sería la segunda Navidad sin ti y aún parece insólito que no me despiertes con tu voz rasposa o tarareando alguna melodía de Looney Tunes el 25 a las 8am exigiendo el desayuno de pavo, pavo, pavo y más pavo. Es duro a veces querido lector admitir que las personas más importantes no están presentes en momentos claves, ¿pero saben algo? En vez de deprimirme o lamentar el destino, me lleno de fuerza natural, de ganas de continuar en este camino y de lograr todos mis sueños pese a las carencias. Solo somos dos: mamá y yo, mi pequeña familia, mi pequeña y adorada familia. Así como amo vivir el día a día, también amo verla sonreír, protegiéndola en silencio pese a la adversidad - o maloentendidos - ella no es expresiva, es demasiado cerebral, yo una soñadora empedernida. Somos como el agua y el aceite pero unidas por el milagro de la vida. Te amo mamá, gracias por todo, aún falta muchas lunas por recorrer, eres el sol que controla mi rotación y yo, tu pequeña y única luna distraída.

Nunca dejaré de mirar al cielo cuando recuerdo, sin ánimos ocultos o misteriosos me muevo a ritmo del viento danzando de nube en nube, solo mi estrella me hace pisar tierra, ¿y saben algo? Me encanta.

Hoy es día de poner en bandeja los buenos momentos vividos, de alegrar el día a día y nunca olvidarse de las promesas. Buscaré mi agenda para escribir o pintaré un mandala en nombre del amor, de la vida, de los sueños, del presente, de ti, de mi, de nosotros y de quienes nos rodean.

Ali regresa a su luna, el verano empezó hoy en mi hemisferio y no tengo miedo al futuro. Espero y no desespero estrella, es hora de brillar. ¡Feliz Navidad a todos!

Atte. Aldine.

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