Día 4 - Comprensión

Hay días como éste donde analizo cada situación que sucede alrededor mío, ya sea en el trabajo, en mi casa, en algún lugar tranquilo o ruidoso, etcétera. Hoy no ha sido la excepción, hoy me sentí como dueña del mundo por un instante, como la emperatriz del universo, la reina de todo, tenía el ego arriba, tan arriba de orgullo por mis logros, por cada paso que estoy dando como profesional, sin embargo la realidad me trajo de una al piso y créanme que la caída ha dolido tanto como cuando me rompí la cabeza en sexto de primaria.

Hoy hablemos de este tema, de cómo las cosas por más insignificantes que parezcan, pueden generar grandes consecuencias. Hoy me he peleado con mi mejor amiga, hoy me di cuenta que estaba hablando con una desconocida, no era la niña dulce y noble que conocí hace años y de la cual (hasta ahora) siento una gran admiración por cada logro que hace. Hoy me atacó una extraña, una joven con rabia acumulada, con ganas de pegarme contra el piso así sea por un mensaje de WhatsApp. No, no me hago la víctima, todos cometemos errores y tarde o temprano, la gente se aburre, la gente en general, los seres queridos (bajo mi concepto) no. Los seres queridos te apoyan, están contigo en las buenas, en las malas, en las peores, en los éxitos, en las cosas pequeñas que te suceden día a día respetando espacios y avanzando juntos a un mejor mañana. Hoy día me di cuenta que hasta la más grande y devastadora guerra comienza por la falta de comunicación.

Vaya, sí que me siento hasta el queso, no sé qué decir, sólo contarles el contexto de esta pelea virtual, porque no fue frente a frente, sino a través de un teléfono móvil que está tan de moda ahora. Millenials nos dicen.

Pasa que el viernes pasado quise salir a divertirme, hacia mucho que no, llamé a mi mejor amiga a las 02 de la mañana - primer error - suponiendo que al ser feriado ella estaría despierta, porque la conozco sé que a veces se trasnocha y se queda viendo alguna serie o comiendo o con su mascotita echada leyendo, quién sabe. Pero no, esta vez estaba dormida y ahí yo sembré la cólera. Dos días después, la llamé a las 11:30pm en medio de un ataque de ansiedad mío, no pregunten porqué sufro de esto pero es parte de ser una persona con la sensibilidad a flor de piel. Lamentablemente, a veces, las personas con trastorno de ansiedad y depresión no controlan sus impulsos y cometí el grave error de llamar a su mamá. Creo que eso la molestó más a ella y no me contestó. Al día siguiente me preguntó qué sucedió y le conté que me había enterado que el chico que me coqueteaba estaba con flaca y yo me sentí hasta la mierda, porque no podía concebir que otro tipo de esa calaña se acercara a mi, suficiente había tenido con mi ex novio que se casó a los tres meses de 'pedirme un tiempo'. En fin, una raya más al tigre.

Bajo esa premisa, hoy quería hablar con ella, saber cómo estaba y qué tenía planeado hacer el fin de semana por las noches, moría por ir a un karaoke y cantar juntas como siempre. Sin embargo, llamé en mal momento y me colgó, me dijo que estaba en clases y yo le respondí sinceramente que ella no estaba cuando más la necesitaba, mal Aldine, mal, ya te han dicho varias veces que la sinceridad afecta a todos y tú y tu bocota la pasan mal cada vez que dicen algo.

La respuesta de ella fue inminente, me hizo sentir mal, demasiado mal para ser cierto, hacía tanto que alguien que era parte de mi vida me dijera que era una desconsiderada, que estaba harta, que no me siga haciendo la víctima, que para que la molesto cuando me voy de juerga, que me había pasado de la raya y que el punto de quiebre fue cuando llame a su mamá. Ni siquiera me dió tiempo de explicarle que ese domingo por la noche tenía un fuerte ataque de ansiedad por impresión y necesitaba de su apoyo. No, nada. Todo se derrumbó y simplemente yo, Aldine Avila me sentí como una nada, como algo insignificante que no merece ser mencionado. Después de años, me di con la sorpresa de que la gente cambia, a veces para bien, a veces para mal, pero cambia y ella me lo ratificó al instante.

No quise comprarme el pleito y simplemente le dije que no deseaba su amistad, porque seamos sinceros, duele mucho darte cuenta que quién prometió ser tu amiga hasta el final, se haya vuelto alguien tan frío e insensible. ¿Dónde estaba? ¿Dónde está ella? No lo sé, no encuentro respuesta. Fácil ella también atraviesa un momento crítico con la tesis, haciendo sus últimos ajustes para graduarse del instituto, el estrés nos afecta a todos y por alguna razón te desquitas con lo mínimo, pero dejé ahí y preferí no alargar la situación. Es mejor cortar por lo sano y alejarse de personas que te consideran dañinas hasta cierto punto, algo he hecho mal, es momento de limpiarme desapareciendo un buen tiempo y andar avanzando pese a los obstáculos, sé que algún día llegaré a mi universo sin olvidar a quienes estuvieron presentes en todo ese camino, incluyendo los que se fueron o abandonaron la partida.

No es hora de llorar más, hay que secarse esas lágrimas, es momento de avanzar y perseverar, con algún que otro breakdown emocional pero siempre firmes, sí, en plural porque también a ella le deseo lo mejor, se lo merece y sé que ella también alcanzará su universo, conmigo o sin mi al lado.

Creo que mi tarea está hecha aquí. Iré a dormir, este fin de semana hay mucho por hacer ya les contaré mañana de qué se trata.

Besos lunares,
Ali.

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